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El aprendizaje es natural a la especie humana. Nuestra capacidad de aprendizaje ha sido y es la clave de la gran evolución de la especie. Y la etapa del aprendizaje por excelencia es la infancia. Durante los primeros años de vida, el ser humano desarrolla grandes capacidades y habilidades, fruto de la maduración y el aprendizaje. La capacidad de aprendizaje de los niños les abre las puertas y les conduce por un camino de desarrollo y crecimiento que les llevará a convertirse en lo que serán en un futuro.

Las bases de la capacidad de aprendizaje de los niños

Veamos en que consiste la capacidad de aprendizaje de los niños. Aprender, no es memorizar, ni tampoco es recordar cómo hacer algo. El aprendizaje es un proceso mental superior en el que intervienen otros subprocesos para dar significado a un contenido a una información. Por lo tanto aprender es crear significados para hacerlos propios. Uno no puede aprender algo, si no lo entiende, si no le aporta un significado.

La capacidad de aprendizaje es por lo tanto, la creación de aprendizajes. Podemos aprender tantas cosas gracias a la enorme plasticidad neuronal de la especie. Las neuronas, especialmente en la infancia, establecen conexiones entre ellas a medida que aprendemos, la calidad de dichas conexiones son la base de los aprendizajes. Es un proceso complejo en el que confluyen experiencia, procesamiento y maduración de las estructuras cerebrales sobre las que se sustenta el aprendizaje.

Favorecedores de la capacidad de aprendizaje

Todos tenemos una enorme capacidad de aprendizaje desde el nacimiento. Esto quiere decir que con independencia de nuestras bases genéticas, podemos aprender muchas cosas. Dicho de otro modo, nuestras habilidades no son algo innato y estático, sino que son algo dinámico que podemos ir creando y desarrollando a medida que aprendemos. Puede que a algunos nos cueste más que a otros aprender ciertas cosas, pero todos tenemos capacidad de aprendizaje. Conocer los elementos que pueden favorecer la capacidad de aprendizaje nos aporta un conocimiento esencial para potenciar dicha capacidad en los niños.

  • La estimulación. Estimular el aprendizaje y de este modo potenciar las conexiones ente neuronas es esencial. Se trata de una especie de entrenamiento para poner en forma sus neuronas y de este modo prepararlas para captar aprendizajes.
  • Respeto del ritmo de cada uno. La estimulación es necesaria, pero debemos tener mucho cuidado con la sobreestimulación. La estimulación efectiva ha de ir paralela al ritmo de desarrollo biológico de cada niño. Es decir, no podemos pedirles aprendizajes para los que aún n están preparados. El truco está en estimular las áreas de desarrollo de cada etapa.
  • Consigue implicar al niño en su aprendizaje. El aprendizaje es un proceso único, en el que aquel que aprende debe estar activo. El aprendiz es el protagonista de su propio proceso y como tal debe estar implicado. Es importante motivar, despertar la curiosidad, y adaptarnos a sus intereses de aprendizaje.
  • La emoción. Al igual que el ser humano es inseparable de su capacidad de aprendizaje, también es inseparable de sus emociones y de sus estados emocionales. Está demostrado que los estados emocionales positivos favorecen la creación de aprendizajes. Es importante crear un clima positivo y favorecer emociones positivas que predispongan a aprender.

Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga y Pedagoga

Fuente: educayaprende.com

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